La oveja negra

Déjame oveja negra,

 

déjame renegada, descolada…

Déjame y no refutes mi proceder indigno de tu continuidad infame,

obra del libre albedrío y de la consciencia propia)

Déjame y no me mires, no me escuches, no me hables de tu mundo previsible y caducado.

Déjame futurista, soñadora, dueña de mi espacio y de mi tiempo.

Déjame oveja negra!

Dra. Yury Leydi Durán Sánchez

Tomado de su blog personal: Del poeta, el amor y otras locuras

https://delpoetaelamoryotraslocuras.blogspot.com

Exilio

Veo rostros en los rostros de la gente.

Rostros colgados cual colgajos al borde de un peñasco.

Veo sonrisas en los rostros , sonrisas pusilánimes que pintan rosa, entre miedo y desesperación.

Veo manos que se extienden a las manos de un prójimo de manos de bolsillo.

Y esas manos de bolsillo que se niegan a apretar la mano que se extiende.

Veo un cielo, una cruz y paredes de oro fino.

Y rodillas en el palco y ojos en el cielo.

Veo un niño en un canto y un anciano y un can.

Veo promesas como lienzos en las ferias, que se venden como el verde y azucena,

promesas que se escriben en la arena y se firman en el viento.

Veo un pueblo y un jardín, un muro y un fusil.

Veo el mar y las almas que lo habitan. Sirenas en el mar?

No! Sirenas no! El mar, un bote y un adiós.

Veo una madre y un abuelo y una lágrima en el ojo izquierdo.

Una pena en el recuerdo y un pedazo de papel. Una foto, la guitarra y un por qué?!

Veo niños que pintan en las cartas, corazones y guirnaldas, un te amo y un quizás.

Veo un sueño y un diploma, veo mi rostro que guinda cual colgajo y mi corazón exhausto,

y mi mano que se extiende y un niño, una madre, un muro, el mar…

Y el abuelo? El abuelo, ya no está.

https://delpoetaelamoryotraslocuras.blogspot.com/2019/08/exilio.html

Oda a los ángeles de blanco

Colgaste en tu pecho llano

los sueños de felicidad.

Dejando atrás tus senderos

de azúcar, café y palmar.

Querubín que en vuelo blanco,

cruzaste el mar.

A tu espalda tu familia,

tu pasión, tu bienestar.

Bailando en son otros ritmos

Mil canciones has de cantar.

Otras lenguas que en principio

Aprendiste a combinar.

Cambiaste ropas, costumbres,

Para tu alma homologar.

Fueron otros los sabores

que encendieron tu paladar.

Hubo amigos que se fueron

de este mundo y dónde más.

Hubo noches de tristeza

y hubo días de soledad.

Tiempo al tiempo fue tu lema

y en el pecho la humedad,

del romance que congelas,

tu medalla más veraz.​

Y si alguien que al mirarte

piensa que eso es un pesar,

La proeza de lo hecho

tu razón absolverá.​

Porque el bien que trae tus manos

tu alegría devolverá,

Cada segundo de ausencia,

cada día sin hogar.

“Sonrisas para el amigo,

para un ángel que llegó

Y trajo la vida consigo

y también todo su amor.

Que cuando parte solo lleva

rostros agradecidos

y pedazos de corazón.”